El proceso de identificación mediante sistemas RFID comienza en el campo. Anteriormente al campo viajaba una boleta que identifica cada pallet a confeccionar. Esta boleta es la que se usa para asociar en campo un tag RFID reutilizable con la boleta. Como la boleta tiene un código de barras, la asociación se realiza mediante código de barras y RFID.
De esta forma, cuando los pallets llegan a la empresa, son leídos de forma automática por antenas RFID situadas en los muelles de recepción. De la misma forma, en las puertas de las cámaras de campo se instalan lectores RFID que registran la entrada y posterior salida de estos pallets.
Posteriormente, se procede al volcado de estos pallets en las líneas de producción. Con anterioridad, un operario por zona de volcado debía estar leyendo los códigos de barras y líneas donde se iba a volcar cada pallet. Actualmente, se ha instalado una antena RFID en cada línea de volcado que registra automáticamente y con exactitud el momento del volcado. Así, y en combinación con la producción obtenida al final de la línea es posible tener un cálculo muy preciso de la productividad del pallet (identificado desde campo) y sus mermas.
Tras el envasado, los pallets de producto final son identificados con una etiqueta RFID adhesiva o reutilizable para tener controlado el stock en las cámaras y finalmente, poder llevar a cabo la logística sin errores.